Nuestras Fiestas Mayores, que ahora devienen en patronales ¿? pueden reducirse a estas cuatro palabras. Vamos a desgranar: 

  • Alcohol.- Empiezo por confesar que NO soy abstemio. Con alguna copa, las personas se relajan, son más simpáticas y sociables. Con el “puntito” digo. Lo malo es cuando te pasas y te conviertes en un borracho. El alcohol altera el funcionamiento de las sustancias que controlan el funcionamiento del cerebro, aumenta la producción del neurotransmisor GABA, que favorece la sedación y la calma. Aunque también altera, para mal, la percepción de peligro. Una cerveza fresquita ayuda a sobrellevar el calor, aunque algunos crean que esa mejora sirve para mitigar el cambio climático e incrementar la libertad. 
    En todo caso, es un asunto a controlar … Pero, claro, el incremento de dopamina produce votos en las urnas.  
  • Panceta.- Que rica está. Buena para el organismo, seguro que no es, pero … La panceta contiene un 40% de grasa saturada pero gran parte de ésta es ácido esteárico: que dentro del cuerpo se convierte en ácido oleico. Otra cosa es que estos cerdos provengan de macro-granjas y tengan de todo, pero … A su favor podemos decir que vemos lo que comemos, no es un procesado embutido en tripa. Y disminuye notablemente los efectos del alcohol si te pasas del puntito.  
    Ahora bien, debería haber algún chiringuito, aunque estuviese subvencionado, que promoviese el consumo de ensaladas, ¿no? 
  • Ruido.- Insufrible, sin duda. Los escenarios compitiendo entre sí y, al mismo tiempo rivalizando con el chunda-chunda de las «atracciones”. Y, cuando mandan callar todas las músicas y ruidos, sueltan los fuegos artificiales de alto estruendo. Que mucho les hemos explicado los perjuicios que ocasionan a personas y animales, que pueden ser sustituidos por otros con un nivel sonoro muy inferior. Que ser modernos no es sólo proclamarlo, hay que darle al coco. Pero, queda en Tres Cantos mucho gañán disfrazado. Dicho sea el epíteto con todo el respeto a los mozos de labranza, aunque sean rudos. Sé que el diccionario define así el término, pero hace muchos años que se usa despectivamente para señalar a personas obtusas, de pocos modales y muy satisfechas consigo mismas. 
  • Camela.- Son la “atracción estrella”, este 2023. Otros años han sido otros grupos, pero la cosa va a peor. Creo que fueron mis primeras fiestas en Tres Cantos (o casi) cuando actuaron Celtas Cortos. No es lo mismo, ya te lo digo yo. La música tecno que nació en Detroit o la rumba flamenca son estilos, fusión de varios previos realmente, que no me llaman; pero el giro de tuerca que supone la “tecno-rumba” me supera. Fusión de fusiones que estos dos cuñados -que sí, que son cuñados, ya es casualidad- han catapultado a la fama. No puedo decir que es un invento de la industria, son un éxito popular absolutamente real. Pero ya sabéis el chiste de los millones de moscas que no pueden equivocarse. 
     
    Siempre he abogado por repensar las fiestas, por darles otro cariz. Pero, si en las urnas ratificamos a este gobierno, ampliando su margen de maniobra, será que nos gusta la combinación: Alcohol, panceta, ruido y Camela.