En este contexto de indignación generalizada en el que vivimos en estos últimos años, tras la irrupción de la crisis económica y social, cabe destacar, junto a la dirigida al sector bancario, aquella que se refiere a las políticas y prácticas puestas en marcha en el sector energético, y en particular en el eléctrico.

Los efectos de estas políticas son claras: subidas continuadas y desproporcionadas del precio de la luz, en una situación de precarización generalizada que extiende la pobreza energética, pero en la que los beneficios de las grandes empresas eléctricas continúan aumentando; freno a las energías renovables en un contexto de crisis ambiental que no impide que se amplíe la vida útil de centrales nucleares obsoletas.

Todo ello en un sistema que incluye las siguientes actividades:

  • Generación de energía, es una actividad en competencia, pues cualquiera, con una instalación adecuada, puede producir energía. Según, a partir de qué se genere la energía, tenemos la eólica, la solar, la nuclear, la térmica, …
  • Transporte, la energía generada es transportada, en alta tensión, por la empresa Red Eléctrica Española que tiene el monopolio.
  • Distribución, la energía es finalmente distribuida a los puntos de demanda. La gestión de esta actividad está distribuida geográficamente entre Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa y EDP y Enel Riesgo.
  • Comercialización, que consiste en facturar el suministro eléctrico y cuantificar el servicio. Se trata de un servicio liberalizado, y aunque está dominado por cinco grandes empresas, existen más de 100 comercializadoras.

Y donde las grandes compañías adquieren un gran poder, funcionando a modo de oligopolio, controlando los precios, influyendo en las decisiones del gobierno e imponiendo normativas que perjudican el avance de las energías renovables y a los pequeños productores.

Todo ello supone la obtención de grandes beneficios para estas empresas y grandes remuneraciones para sus consejos de administración donde se sientan numerosos ex políticos siguiendo el proceso de «puertas giratorias».

Con todo ello, sin embargo, el sector eléctrico también está contribuyendo a generar optimismo, pues se ha convertido en el mejor ejemplo de que la indignación puede trasladarse a la contestación social, con el impulso de movimientos como la Plataforma para un Nuevo Modelo Energético o la Alianza contra la Pobreza Energética (APE) y se puede canalizar en la creación de iniciativas y alternativas que contribuyan a abaratar el coste para las familias, reducir el impacto ambiental, fomentar las energías renovables, reducir el poder y los ingresos de las grandes compañías y diversificar la producción y comercialización, contribuyendo a la democratización del sector.

Algunas de estas iniciativas y alternativas se agrupan y se explican a continuación:

CAMBIATE A UNA COMERCIALIZADORA DE ENERGÍA RENOVABLE

Las grandes eléctricas trabajan tanto en la generación, como en la distribución y comercialización. El consumidor únicamente puede elegir la empresa comercializadora, mientras que éstas eligen a qué productores de energía se la compran (independientemente del origen de la energía que llega al consumidor que tiene contratada a la comercializadora).

La Plataforma para un Nuevo Modelo Energético ha lanzado la campaña «Un millón se sale«, con el objetivo de lograr que al menos un millón de usuarios abandonen el oligopolio eléctrico contratando electricidad de origen 100% renovable con comercializadoras que únicamente comercializan este tipo de energía. Dentro de estas comercializadoras, existen distintas empresas, o cooperativas sin ánimo de lucro, como Som Energía (que recientemente ha abierto un punto de información en Tres Cantos), GoiEner, Zencer

Con esta elección, en cuanto a la comercializadora, no sólo favorecemos el desarrollo de las energías limpias, sino que contribuimos a diversificar los agentes que participan en el modelo, avanzando en su democratización.

INVIERTE EN ENERGÍAS RENOVABLES

La inversión en energías renovables fue una actividad bastante lucrativa mientras hubo primas a la producción. Aunque actualmente la rentabilidad ha bajado mucho, invirtiendo contribuimos al fomento de las energías más limpias y a la democratización del sector, controlado por las grandes empresas, además, para tus ahorros, es un destino alternativo al banco.

Algunas iniciativas en este sentido:

Vivir del aire. Eólica popular

Iniciativa para la compra colectiva de un aerogenerador

Ecooo

Ecooo fomenta, mediante inversión colectiva, la creación de tejados solares en polígonos industriales. Además, impulsa huertos solares, con otras asociaciones, en los que se puede invertir desde 100€.

Recupera el Sol

Con esta iniciativa, Som Energía y Ecooo tratan de socializar plantas fotovoltaicas existentes, que sus propietarios no pueden mantener, poniéndolas al alcance de la mayor cantidad de personas posible.

Generation kWh

Esta iniciativa de Som Energía canaliza las inversiones particulares para, de forma colectiva, impulsar la construcción de instalaciones que generen energía que pueda ser comercializada por la propia cooperativa.

OPTA POR EL AUTOCONSUMO

El autoconsumo energético es la opción más ecológica, por usarse generalmente energías renovables y minimizarse las pérdidas en el transporte y distribución, además contribuye a la democratización del sector. Pese a la legislación establecida para frenar esta práctica, como el famoso «impuesto al sol»(*), existen distintas iniciativas para ir avanzando en el establecimiento de instalaciones de autoconsumo en los hogares. Es el caso de la iniciativa de Ecooo, Oleada Solar, una compra colectiva de paneles fotovoltaicos.
             (*) Este dañino impuesto fué derogado con posterioridad a la publicación inicial de este artículo en 2017

REDUCE TU CONSUMO

Mucho se habla de cómo reducir el consumo energético, empleo de dispositivos de mayor eficiencia, mejora del aislamiento, trucos caseros, todos ellos contribuyen al ahorro, aunque hay otra parte de la que se habla menos: existen cada vez más aparatos o dispositivos que necesitan energía eléctrica para funcionar y que antes no usábamos o los que utilizábamos no requerían electricidad, ejemplos de ello son los marcos electrónicos para fotografías, ambientadores, insecticidas, cepillos de dientes, secadoras … Si son o no realmente necesarios es decisión de cada uno.

Más información sobre cómo reducir el consumo energético, aquí.

REDUCE EL IMPORTE DE TU FACTURA ELÉCTRICA

Tras la escalada de precios que ha sufrido la factura de la luz, sólo el hecho de pagar menos supone un hito importante para la mayor parte de las familias. Además, ese ahorro es dinero que dejan de recibir las empresas que controlan el sector.

Iniciativas en este sentido:

– Baja la potencia contratada: En el recibo de la luz, pagas una parte por la potencia contratada, más cuanto mayor es, y otra por el consumo. Reduciendo en lo posible la potencia contratada reduces el importe a pagar

Campaña «Bájate la potencia»

– Compra colectiva de energía: Durante varios años, la OCU ha organizado subastas, entre las empresas comercializadoras, para el suministro eléctrico a los consumidores interesados. En dichas subastas se obtuvieron ahorros importantes frente a los precios de mercado. Aunque este proceso de compra colectiva no se ha repetido en 2.017, no deja de ser una herramienta para el futuro, demostrando que tenemos mucho por ganar si nos unimos.