Vivotecnia

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La Foto corresponde a un montaje entre un fotograma no muy duro del vídeo y la web de Vivotecnia en Modo Mantenimiento (4 días después de destaparse el asunto)

El pasado jueves 8 de abril saltó a las redes sociales un vídeo viral que mostraba el maltrato al que eran sometidos varios animales en un laboratorio de Tres Cantos, Vivotecnia.

Pero no fue hasta el día siguiente cuando la prensa comenzó a hacerse eco de este caso, llevándolo tristemente al panorama nacional.

Apenas he podido ver los vídeos. Apenas he podido ver las fotografías, ni leer las transcripciones.

Recuerdo la primera vez que mi hermana me regaló dos “hámsteres” rusos. Los llamé Remy (en honor de la protagonista de “Ratatouille”) y Mr. Jingles (en honor del longevo ratón de “La Milla Verde”), aunque luego resultó que las dos eran hembras y Mr. Jingles dejó atrás el Mr. para ser Jingles a secas. Estaba enamorada de ellas. Cada día las sacaba de la jaula y jugaba con esas ratonas hasta que se quedaban dormidas sobre mí. Mi hermana pensaba que estaba loca. Y lo peor no es que lo pensara, es que me lo decía.

Pero no eran los primeros animales (ni los últimos) a los que he querido y he cuidado con mimo y esmero. Dependían de mí y vivieron a cuerpo de rey hasta que sus cuerpecillos minúsculos decidieron que ya estaban cansados de este mundo. Por esta razón sigo sin entender qué demonios puede pasar por la cabeza de alguien para maltratar a un animal hasta la muerte.

Dicen que se puede medir el avance de una sociedad en la forma en la que esta trata su entorno natural. Y eso incluye a los animales. Por eso no puedo entender la tibieza que ha mostrado nuestro Gobierno Local a la hora de hacer declaraciones al respecto. Más de dos días ha tardado el alcalde en demostrar su indignación. Pero no se le ha visto en las concentraciones de vecinos y animalistas de otros municipios a las puertas del Laboratorio Vivotecnia. Tampoco ha corrido a la Comandancia de la Guardia Civil a poner denuncia alguna… Al menos, que se sepa.

¿Qué va a pasar ahora?, ¿Vivotecnia se convertirá en otro Aguas Claras, ese criadero de perros del que se habla Pleno tras Pleno, pero que nunca llega a cerrarse del todo? ¿Qué problema tenemos en Tres Cantos con los animales y nuestro entorno natural, que tenemos que destrozarlo o ningunearlo?

Ignoro si el Ayuntamiento tiene potestad alguna para auditar las actividades de todas las empresas y negocios de Tres Cantos. Pero quizás, tras Aguas Claras, Vivotecnia o aquel distribuidor de Viagra falsa que saltó a los medios en diciembre de 2019, deberíamos plantearnos seriamente si toda la actividad productiva de nuestro municipio es tan buena como parece o si habría que empezar seriamente a poner ciertas trabas o controles de manera segura y firme.

Parece que algunos de los peluditos serán rescatados y llevados a refugios a la espera de que haya gente que quiera adoptarlos para hacerles olvidar todo el daño innecesario que han vivido con algo de humanidad. La misma de la que se les privó durante meses. Por desgracia para otros, de los que no se tiene registro, tal vez se ha llegado demasiado tarde. Se nos olvida que los animales no son personas. Pero las personas sí son animales. Y somos los únicos capaces de matar a otros por diversión o sadismo. Somos el peor de los depredadores. Se nos olvida que los animales son seres irracionales, sí, pero también tienen una lealtad y una humanidad de la que nosotros carecemos.

Clint Eastwood dijo: “No hay que dejar un planeta mejor para nuestros hijos, sino unos hijos mejores para nuestro planeta”. Cuidemos lo que nos rodea porque no tendremos otra oportunidad. Y los peluditos son una parte importante de él.

Ahora, tras varios días desde que saltó la noticia, todos tenemos claro que el Vivo del Tecnia no era sino un simple eufemismo bajo el que se cometían las peores tropelías contra seres vivos.