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El 15M, también conocido como Movimiento 15M, Los Indignados, Toma la plaza o Spanish Revolution,[1][2][3] es un movimiento social surgido de la indignación popular y que eclosionó tras la Manifestación del 15 de mayo de 2011 (de ahí toma su nombre principal) que recorrió más de 50 ciudades de toda España con el lema «Democracia Real Ya! No somos mercancía en manos de políticos y banqueros«.[4] Meses antes habían aparecido movimientos como Juventud sin futuro o No les votes y con algo más de antigüedad existían la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y Anonymous. Miembros de estos grupos y más de 200 asociaciones de todo tipo participaron en la manifestación.[5]

Las principales demandas que se exigían entonces eran un cambio radical en la política española, ya que los manifestantes no se consideraban representados por el bipartidismo imperante, PP y PSOE, ni por las medidas aprobadas por éstos. Expresaban su rechazo al desempleo, los recortes, la corrupción y a un sistema injusto que considera a las personas mercancías.[6] Muchos pedían derechos básicos, como el derecho de acceso a la vivienda, el derecho al trabajo, a la participación política, a la cultura, a una sanidad y educación de calidad.[7] Con posterioridad estas y otras reivindicaciones se han ido concretando por la propia evolución del movimiento y a través de acciones como recogida de propuestas en acampadas y asambleas.

Medios españoles y del extranjero han relacionado las protestas con la crisis económica, el manifiesto ¡Indignaos! de Stèphane Hessel, la generación ni-ni, el mayo del 68 y las revueltas de Túnez, Egipto,[8] Grecia,[9] Portugal[10] e Islandia.[11]

El movimiento 15M sigue vivo. En estos años han aparecido gran cantidad de colectivos que concentran sus esfuerzos en luchas concretas y otros que ya existían con anterioridad han recibido más apoyo de nuevos activistas. Algunos sectores como el de la sanidad o la educación públicas se han organizado en «mareas«, la marea blanca y marea verde respectivamente.

Según un estudio de Ipsos Public Affairs publicado en 2011, entre 6,5 y 8 millones de españoles han participado de alguna forma en el 15M, visitando las acampadas, asistiendo a las asambleas o acudiendo a las protestas.[12] Las manifestaciones y otras acciones se siguen sucediendo a día de hoy. Uno de los lemas del movimiento es «vamos despacio porque vamos lejos«.