El sureste del termino municipal de Tres Cantos está limitado por la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA en adelante) del Soto de Viñuelas, un enclave único integrado en la Red Natura 2000 de la Unión Europea. La única barrera física que separa este lugar singular del entorno de Tres Cantos es una tapia de piedra, que impide el paso libre de personas a su interior. La biodiversidad que alberga ocuparía un listado de especies varias veces más extenso que este artículo.

Al otro lado de la tapia veremos un encinar en estado de conservación envidiable. En las cercanías podría encontrarse alguna de las zonas de nidificación conocidas para el águila imperial ibérica, una de las especies más amenazadas a nivel mundial. No solo este ave emblemática sobrevuela el entorno de Tres Cantos, es frecuente la presencia de aguila calzada, milano negro, milano real, buitre negro, buitre leonado en tránsito entre el Monte del Pardo y el de Viñuelas.

Junto a las aves, un buen número de mamíferos, anfibios, reptiles, plantas e insectos componen una diversidad de hábitats naturales que existen desde hace centenares de años, antes de la construcción del Soto de Viñuelas, debido al gran valor cinegético que tenía para la realeza.

Existe otra conexión de Tres Cantos con la ZEPA Soto de Viñuelas, a través del Arroyo Valdecarrizo-Bodonal que se convierte en el arroyo de Viñuelas, su principal aportación de agua. El bosque de ribera de Valdecarrizo es también un ecosistema de alto valor medioambiental, especialmente a la altura del polígono industrial, donde una densa vegetación sirve de refugio para la fauna, que busca un habitat alejado del entorno urbano cada vez más cercano.

Bosque de ribera del arroyo Terregal

Hay que mencionar que este arroyo está ubicado dentro del Lugar de Interés Comunitario Cuenca del río Manzanares.

Entre el bosque de ribera de Valdecarrizo-Bodonal y el Monte de Viñuelas se situa el Parque del Terregal. Su nombre viene del arroyo Terregal, cuyo cauce ha sido engullido en dos terceras partes durante la construcción de Tres Cantos y su polígono industrial este, manteniendo el tramo final del cauce hasta la confluencia con el arroyo Valdecarrizo-Bodonal.

Como hemos dicho, la línea de separación con la ZEPA de Soto de Viñuelas es una tapia de piedra, permeable a muchas de las especies de flora y fauna que le confieren su carácter medioambiental especial. Una vía pecuaria la recorre en paralelo a escasos metros, permite llegar hasta Montejo de la Sierra por unos parajes de gran belleza.

Via Pecuaria de las Tapias de Viñuelas y el Pardo, parte del recorrido a la Sierra Norte

Los pastos situados entre el encinar adehesado, son la base de este tipo de ecosistema natural, autóctono de Tres Cantos y que podemos ver en otros entornos próximos. La disminución del pastoreo en los últimos tiempos ha permitido la recuperación del encinar, en la zona más proxima a la urbanización del Soto de Viñuelas.

Los pastos autoctonos son la base de la biodiversidad de toda la zona, imprescindibles.

Este ecosistema de pastos tiene otra función importante, que es el amortiguamiento de los impactos negativos del entorno urbano y del polígono industrial sobre la ZEPA Soto de Viñuelas.

El conjunto de los pastos, el encinar adehesado, el encinar y el bosque de ribera del Terregal constituyen un corredor ecológico entre la ZEPA Soto de Viñuelas y el bosque de ribera del arroyo de Valdecarrizo. Todo integrado en la Reserva de la Biosfera Cuencas Altas del Río Manzanares, Lozoya y Guadarrama.

Son distintos hábitats que han sido desgarrados en las décadas recientes, amenazados por la falta de recursos hídricos, la contaminación por residuos y atmosférica, por el cambio climático que ha alterado la duración de las estaciones.

Pese a todo se trata de hábitats autóctonos adaptados a la climatología y que no han requerido de más recursos que los que vienen del cielo. Están ahí resistiendo, a la espera que la sociedad tricantina permita al gobierno municipal que los elimine definitivamente en pos de las necesidades urbanísticas, o que por el contrario reivindique que son espacios naturales que deben protegerse y sin alteraciones artificiales, por su valor frente al retroceso de la biodiversidad y a la lucha contra el cambio global, originados en parte por nuestros propios estilos de vida.

Encinar al otro lado de la tapia de Viñuelas